A propósito de la propuesta del Ministro Garavano de bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años, compartimos este informe de la Trabajadora Social y Delegada de ATE, Gisela Gauna, acerca de las actuales condiciones de encierro de los jóvenes en el Centro Cerrado de Virrey del Pino. Un motivo más para oponerse a tan cínica propuesta ministerial.
La Matanza, enero 2017
CENTRO CERRADO DE VIRREY DEL PINO
El Centro Cerrado de Virrey del Pino, se reinauguró en el año 2011. Aloja a jóvenes mayores de 18 años, que
están condenados por delitos cometidos siendo menores de edad. Los jóvenes
están bajo el sistema de responsabilidad Penal Juvenil, Ley 13634.
Esta dispositivo fue creada con la intención de evitar que
los jóvenes que poseen delitos graves y son condenados, sean alojados en las
cárceles comunes.
Este lugar tiene una
particularidad, trabajamos “conjuntamente” con el Servicio Penitenciario
Bonaerense, quienes se encargan de la seguridad y el traslado de los jóvenes, y
nosotros como trabajadores de niñez de la Provincia de Buenos Aires estamos a cargo del trato y
tratamiento (ver convenio para la creación del centro cerrado entre elministerio de seguridad y ministerio de desarrollo social, Expediente n°
21200-21272/09, La Plata 24 Nov, 2010). Esta convivencia institucional está
llena de contradicciones y dificultades, las cuales padecemos en nuestro
trabajo cotidiano, y mucho más lo padecen los jóvenes.
El predio cuenta con una capacidad de alojamiento de 120
detenidos. En un principio estaban alojados 40 jóvenes, quedaban tres módulos
(pabellones) libres que lo utilizábamos para el funcionamiento de talleres. A
partir de la emergencia de seguridad que implementó Scioli, hace dos años
atrás, éste cedió la mitad de la institución al SPB. Construyeron un paredón,
que divide la institución; de un lado están nuestros jóvenes, y del otro
detenidos adultos que vienen de comisarias que están desbordadas. Esto puso en
crisis total a la institución. El SPB ha tomado más poder en cuanto a
atribuciones, lo cual repercute en los jóvenes, instalándose códigos y una cultura propia de las cárceles
comunes. Esta situación, genera un estado de tensión y conflicto constante,
desatándose situaciones de violencia.
Actualmente se encuentran alojados 53 chicos, y hemos tenido
menores de edad en el área de sanidad. Los jóvenes están alojados en tres de
los módulos con 20 habitaciones cada
uno. Se debe mencionar que muchas de las habitaciones se encuentran en mal
estado: inodoros tapados y desbordados, falta de luz y agua. Hemos llegado a
tener 60 jóvenes, pero a partir de una medida de fuerza, la dirección ha
restringido el ingreso y algunos chicos
han recuperado su libertad, por lo cual en la actualidad tenemos 53
jóvenes.
En estos últimos meses, muchos han reclamado falta de comida, poca ración,
comprobándose un recorte en el suministro de mercadería. Si bien no es la primera vez que transmiten
esta demanda, esta situación se ha agudizado en las últimos meses.
No contamos con actividades ni talleres para los chicos, por
lo cual permanecen 18 hs. al día alojados en su habitación, generándose violencia entre ellos, lo cual los pone en
riesgo, al igual que al personal de
niñez. Por esta situación, muchos jóvenes han solicitado ser trasladados a una
unidad penitenciaria.